
El experimento científico de hoy parece como si fuera sacado de un libro de magia. Es un experimento muy sencillo pero su resultado es verdaderamente increíble, sobre todo visualmente.
Llevar a cabo experimentos científicos tan divertidos y sencillos y con materiales que solemos tener en la cocina, es toda una experiencia gratificante, ya que ellos se divierten y aprenden a través del juego.
A nosotros nos encanta pasar las tardes de los fines de semana, investigando y probando con qué poder experimentar. Sin darnos cuenta, nuestro pequeño científico ya tiene adquirido muchos conceptos de ciencias y químicas y que aplica en su día a día.

Materiales que necesitamos para el experimento pimienta que huye
- Un plato grande
- Bastoncillos o palo
- Pimienta
- Jabón de platos
- Agua
- Colorante alimenticio (opcional)
Desarrollo del experimento la pimienta que huye
Cuando le dije a Mario que íbamos a hacer un experimento un poco mágico, se quedó sorprendido y expectante de que era realmente lo que iba a pasar.
Con su ayuda, comenzamos a colocar en un vaso agua con colorante alimenticio. En esta ocasión, Mario eligió el color verde, así que removió el agua con el colorante que había añadido.
Una vez tenemos nuestra agua coloreada, echamos el agua en un plato grande, a poder ser que tenga un color transparente o blanco, así visualmente, el experimento se ve más atractivo.

La segunda parte es añadir pimienta en el agua. Mario va añadiendo pimienta por todas partes del plato.
En este punto podemos ir preguntando a los niños y niñas que nos cuenten que le está ocurriendo a la pimienta: ¿se hunde o flota? si mezclamos la pimienta en el agua, ¿es soluble o insoluble?


Ya tenemos nuestra pimienta en el plato con agua coloreada, lista para que se cree la magia. Con un palito de brochetas, le pido a Mario que lo moje en el jabón de los platos y que a continuación, inserte el palo mojado en jabón en el plato de agua cubierto de pimienta.
Oohh!! Pero, qué ha pasado? La pimienta se ha movido. Mario me mira perplejo y fascinado al ver que ha ocurrido. Moja otra vez el palo con el jabón y repite la experiencia por otro lado del plato dónde se han quedado todos los granos de pimienta, pero ya se da cuenta que no funciona como antes. Volvemos a repetir el experimento.
Parece como si los trocitos de pimienta escaparan del jabón y huyeran rápido al otro lado del plato. ¿Magia? No, no… es ciencia.
Cuando terminamos de realizar el experimento, Mario cogió una pajita y se puso a hacer pompas soplando en el interior del recipiente que tenía jabón del experimento. Estuvo un buen rato jugando con las pompas.

Qué nos dice la ciencia sobre la pimienta mágica que huye
En la primera parte de nuestro experimento, podemos observar que la pimienta no se hunde, que flota, debido a que hay una tensión superficial del agua. Las moléculas del agua están unidas entre sí fuertemente en la capa superficial de ahí que no se hunda.
Cuando entra en acción el jabón, la atracción de las moléculas del agua que anteriormente estaban unidas, se rompe. De ahí que la pimienta al no poder sostenerse, cae al fondo o se mueve hacía los bordes del plato.
El jabón puede romper la tensión superficial del agua, la pimienta se va desplazando hacía los lados y las moléculas del agua siguen queriendo mantener la tensión superficial con lo que también se alejan del jabón y atraen a la pimienta junto a ellas.
Aprender ciencias es muy divertido si se plantea desde sus experiencias. Como adultos nosotros tenemos que preparar y acompañar en ese aprendizaje aportándoles momentos experimentales y manipulativos de forma divertida.
Espero te haya gustado este experimento científico tan sencillo y fácil de realizar. A los niños les encanta y además de jugar y pasarlo bien, están APRENDIENDO.
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