
Hace unos días se nos rompió la vitrocerámica así que tuvimos que cambiarla por otra. Llegó un gran paquete y en su interior la vitro estaba protegida por planchas de poliestireno o poliespan.
Al ver el poliespan pensé en qué podría hacer con esa gran plancha. Me acordé de un experimento que he visto en muchas ocasiones del vaso de poliespan que se “derrite” al ponerse en contacto con la acetona.
Así que le planteé a Eme que dibujara en un trozo de la plancha, algunos fantasmas porque les íbamos a hacer desaparecer.
A él le pareció una idea maravillosa y preguntaba constantemente cómo iban a desaparecer los fantasmitas.
Este es un experimento genial para realizar en clase o en casa, sobre todo para niños y niñas de segundo y tercer ciclo de primaria. En este experimento van a observar cómo se lleva a cabo una disolución.
Advertencia: En este experimento usamos la acetona, que es un producto químico muy fuerte con gran olor. Nosotros realizamos el experimento al aire libre en el patio, para que no se concentren vapores. Si por el contrario lo vas a realizar en un aula, lo mejor es que esté lo más ventilada posible, ventanas y puertas abiertas y si hay ventilador pues mejor, que esté encendido. Tanto Eme como yo, nos pusimos guantes y él se puso también sus gafas de seguridad. Toda protección es poca y definitivamente la seguridad es lo más importante.
El resultado de este experimento científico es verdaderamente espeluznante y asombroso. Nos encantó y lo repetiremos sin duda. ¡Los fantasmas desaparecen de verdad!

Materiales necesarios para experimento de fantasmas que desaparecen
- Acetona pura
- Plancha o trozo de poliestireno
- Permanente negro
- Recipiente ancho
Desarrollo del experimento fantasmas que desaparecen
La primera vez que lo hicimos, usé un quitaesmalte que tenía por casa pero no salió. Luego investigando, leí que para que el poliespan realmente se disuelva en acetona, debe ser acetona pura.
Así que me puse a buscar acetona pura y la compré de mercadona. Para el experimento en realidad con poca cantidad desaparecen muchos fantasmas, así que con un bote es suficiente.
Mientras, Eme iba dibujando las caras de sus fantasmas. Hicimos unos 10 fantasmitas, como el cuento que tanto gusta a Eme de ten timid ghosts

Una vez tenemos a nuestros fantasmas preparados, lleno un recipiente con agua y el otro con acetona.

Nos ponemos unos guantes de látex y le explico que la acetona es un producto químico muy fuerte y por eso nos tenemos que proteger, no es bueno tocarlo porque puede irritar la piel.

Ahora llega el turno de plantear hipótesis. Le pregunto a Eme qué cree ¿que ocurrirá cuando meta un fantasmita en agua? ¿Y si lo mete en acetona?

Comienza metiendo un fantasmita en el agua y no pasa nada. El fantasma se queda flotando en el agua.
Ahora es mi turno y muy despacito voy sumergiendo el fantasma en la acetona. De repente comienzan a aparecer pequeñas burbujas por el fantasma de poliespan y muy rápidamente ¡el fantasma ¡desaparece ante nuestros ojos!
Eme se queda emocionado, viendo como sus fantasmas de Halloween desaparecen y quiere seguir echando fantasmitas en tan extraño líquido.
Cuando hemos derretido todos los fantasmitas, se observa que la solución disuelta que queda es fría al tacto y que parece un slime. Cuando el poliestireno se disuelve se forma una masa tipo slime elástica y divertida al tacto.
Se la doy a Eme que la coge y empieza a manipularla. Recuerda en este punto, seguir teniendo los guantes puestos, ya que la acetona es un producto fuerte y no es aconsejable que niños y niñas jueguen con este tipo de slimes como tal, simplemente para observar, analizar, investigar qué ha ocurrido con sus fantasmas que desaparecieron.
Qué nos dice la ciencia sobre el experimento de los fantasmas que desaparecen
El poliestireno o poliespan, es un polímero que contiene una larga cadena de moléculas compuestas también por gases llenos de aire, de ahí que sea muy ligero, su mayor composición es aire.
Cuando introducimos en acetona, la acetona hace que se libere el aire de la espuma de poliestireno, reduciéndose prácticamente a nada.
Hablamos de que los fantasmas desaparecen al entrar en contacto con la acetona, pero en realidad no es una desaparición, sino una disolución.
Deja que la acetona entre en contacto con restos de poliestireno que tengas por casa de algún embalaje y los niños y niñas ¡Disfrutarán la magia de la ciencia de Halloween ante sus ojos!
Deja un comentario