
Pienso que la astronomía siempre es un tema que a los niños les apasiona y les crea curiosidad por saber sobre los planetas, cuál es nuestro satélite, qué estrella es la más importante…
Nosotros como educadores o padres debemos mostrar los conocimientos de la forma más divertida posible. Así que hoy traigo un experimento astronómico dónde los niños van a elaborar y comerse, sí sí, comerse, las fases de la luna. Explorar la luna con experimentos tan atractivos para ellos crean más interés y fascinación por el tema.
Aprender sobre las fases de la luna con unas galletas oreo (o similares) es un experimento científico fácil y rápido de realizar. No necesitas de materiales caros ni extraños y para ellos será muy gratificante y divertido aprender el cambio visible de la luna.

Materiales que necesitas
- Paquete de galletas tipo oreo
- Plato de papel grande o un folio
- Caja de rotuladores de colores
- Cuchillo de plástico
Desarrollo del experimento
Para preparar las fases de la luna, podemos partir de lo que saben los niños en clase, o en casa preguntar sobre la luna, que fases cree que tiene, qué es la luna, cómo es la luna en cada una de sus fases. Con esto veremos qué saben respecto a la luna y sus fases.
La segunda parte les vamos a pedir que en un folio o plato de papel grande, dibujen al planeta tierra en el centro. Para después colocar nuestras diferentes fases.

Ahora viene la parte en la que tienen que tener especial cuidado para que no se rompan las galletas, no pasa nada si se rompen, tienen aperitivo para después del experimento.
Separamos las galletas y la parte blanca la tallamos con cuidado de que no se rompa la fase que estén realizando y así que completen todas las fases.
Las fases las iremos colocando alrededor de nuestro planeta tierra que han pintado en el plato de papel. Después con un rotulador color negro pueden poner encima de la galleta la fase correspondiente.

Noche para observar la luna
Para que los conceptos se interioricen, lo mejor es que parta de algo que ya conocen y puedan profundizar y experimentar. Con este tipo de experimentos partimos del interés previo de los niños y niñas y de ahí van aprendiendo y descubriendo más sobre la luna.
Una actividad que se puede realizar también es observar la luna una noche despejada. En verano es ideal pasar la noche al aire libre ya sea en campo o en la playa. Ahí podemos dar una clase de astronomía realmente interesante. Los niños de primera mano pueden observar la luna en su fase. Mostrando que en cada fase lunar está más o menos iluminada por el sol.
Yo soy una fanática de la luna, sobre todo cuando está en su fase de luna llena. Me encanta ir a la playa, disfrutarla y quedarme mirándola tan bella, grande, que hasta a veces parece que se pueden apreciar sus cráteres. Así que intento que Mario disfrute y se haga preguntas sobre la luna y sobre las estrellas.
Espero os haya gustado esta forma tan dulce de aprender las fases de la luna. Los experimentos comestibles nos encantan ya que disfrutamos el doble: aprendiéndolo y comiéndolo.
adriana perez
muy buena idea y divertida de que los ninos aprenden y se divierten
Alejandra Román
Gracias por tu comentario Adriana. Un saludo
Emmanuel Alzate G
Emmanuel Alzate G.
Fue muy divertido y rico aprender sobre las fases de la luna con galletas oreo, además muy didáctico.
Alejandra Román
Hola Emmanuel, gracias por tu comentario. Y sí, es genial poder aprovechar una merienda divertida y a la vez educativa. 😉