
Si eres una apasionada de los experimentos con tu peque, verás que hay un montón de experimentos científicos super geniales y simples, que puedes preparar en casa en un momento y aparte de aprender conceptos de ciencias, se disfruta de la experiencia de crear, investigar, plantear hipótesis…
Esta propuesta científica que traigo hoy, es de las que enamora, a niños y niñas de todas las edades. Y es que, preparar un experimento con gominolas y que después puedas disfrutar de unas chuches, ¿a quién no le resulta interesante?
Después de las navidades, seguimos teniendo un montón de dulces y chuches que normalmente, en el día a día, no consumimos, con lo que preparar experimentos o propuestas sensoriales con chuches, es una forma también de reutilizar ese dulce y encima obtenemos un resultado atractivo, fascinante y novedoso.
Para preparar este experimento científico, se nos ocurrió introducir las gominolas rojas, acorde al mes de febrero, mes de la amistad y del amor, en diferentes líquidos.
Dependiendo de la edad de los niños o niñas que vayas a preparar esta propuesta científica, podrás incluir más líquidos de diferentes densidades, plantear y escribir posibles hipótesis en la librera y observar el resultado, pasado unos días.
Recuerda que la ciencia en la cocina es muy fascinante y crear un experimento con restos de chuches siempre va a gustar a niños y niñas de todas las edades.

Materiales necesarios para experimento de las gominolas que cambian de forma
- Gominolas
- Varios vasos
- Aceite de girasol
- Leche
- Vinagre
- Agua
- Zumo de naranja
Desarrollo del experimento las gominolas que cambian de forma
Preparados en la cocina para una tarde de ciencia divertida, Eme comenzó a preparar diferentes vasitos para echar los líquidos.
Preparamos cinco líquidos diferentes, para ver si obtendríamos los mismos resultados o serían diferentes.
Eme, con todas las gominolas color rojo, realiza un corazón, se come algunas mientras yo, voy poniendo en la mesa los diferentes líquidos que queremos probar en este experimento.

Le comento a Eme, que para que sepamos cuál es cuál líquido, en un trocito de papel vaya escribiendo el nombre de los líquidos que hemos elegido.



Entre los dos preparamos: agua, vinagre, leche, aceite de girasol y zumo de naranja.



Una vez tenemos colocado todos los vasitos, comienza a ir rellenando los diferentes líquidos de a poco.
Va poniendo en los diferentes vasos, un par de gominolas color rojo. Una vez ha llenado todos los recipientes, lo colocamos en una mesa que moleste lo menos posible, y dejamos reposar durante casi 24 horas.

Por la mañana cuando sólo han pasado 12 horas, Eme coge unas pinzas e intenta sacar una gominola de uno de los vasos. Me comenta que está más grande.

Dejamos reposar hasta la tarde para con tiempo poder observar, qué ha ocurrido con las gominolas rojas.
Como extensión a este experimento en un aula, los alumnos, pueden realizar dibujos de sus observaciones, registrar los cambios que observan en los diferentes líquidos y replantear sus hipótesis previas.


Cuando Eme comenzó a coger con las pinzas las diferentes gominolas, miraba fascinado el resultado tan sorprendente de dicho experimento. Con las pinzas, medía el tamaño de unas y de otras.



En algunos líquidos había observado que la gominola casi se había disuelto, en el aceite vimos cómo no le había ocurrido nada a la gominola. En el agua, había doblado su tamaño…

Una tarde muy productiva viendo el resultado de tan fantástico experimento con gominolas. Además, ahora es el momento de comer algunas. ¿Quién se atreve a probar una gominola metida en leche? ¿o en vinagre?

Qué nos dice la ciencia sobre el experimento de las gominolas que cambian de forma
Este experimento científico nos muestra el proceso de ósmosis. La ósmosis es un proceso por el cual algunas moléculas de agua pasan del agua del recipiente a la gominola. A medida que la gominola se va llenando de agua al estar inmersa, la gominola se hace más grande y cambia su tamaño.
En el caso del vinagre, debido a su composición más ácida, hace que la gominola se vaya disolviendo, como ocurre también con el zumo de naranja.
Con el aceite de girasol las moléculas permanecen intactas y no se llega a dar el proceso de ósmosis.
Las gominolas están hechas de agua con lo que, como todos ya sabemos, el agua y el aceite no se mezclan.
Gracias a las tantas variaciones que nos ofrece este experimento científico, niños y niñas serán partícipes de dicha experimentación, preparando otros líquidos, diferentes densidades, cuestinar y buscar nuevas cosas para probar nuevos retos.
Y es que la ciencia basada en la experiencia siempre les es fascinante.
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