
Trabajar la ciencia del sonido a través de experimentos científicos fáciles y sencillos, siempre son una forma genial de dar a conocer a nuestros niñas y niñas, conceptos científicos relacionados con la física del sonido.
Así que crear un instrumento musical que haga que niños y niñas puedan entender cómo viaja el sonido, su acústica, las vibraciones… Era todo un reto científico llevarlo a cabo y Eme estaba muy emocionado por descubrir e investigar acerca de ello.
A Eme le encantan los instrumentos musicales desde bien pequeño, así que trabajar el sonido con esa referencia, siempre iba a ser un punto de interés para él.
Cuando están aprendiendo y quieren descubrir partiendo de sus propios intereses, es un añadido más, ya que se interiorizan de mejor forma los aprendizajes, parten de ellos mismos y lo vamos a trabajar de forma experimental y manipulativa.
En las navidades pasadas, le regalaron un ukelele ya que, como os he comentado antes, le encanta tocar instrumentos musicales, así que le animé a preparar y aprender sobre las cuerdas de una guitarra y por qué suenan unas y otras de diferentes formas.
Lo que diseñamos, es un recipiente para trabajar la acústica, pero en casa podéis crear también y hacerlo más sofisticado, creando vuestra propia guitarra con mástil y demás. Nosotros sólo investigamos con la acústica del recipiente, y las cuerdas que Eme estuvo colocando.

Materiales necesarios para llevar a cabo experimento sobre la ciencia del sonido
- Gomas elásticas
- Recipientes a elección
- Adornos decorativos ( opcional)
Desarrollo del experimento la ciencia del sonido
Me encanta preparar este tipo de experimentos científicos, que surgen de un juego diario de verano. Eme, estaba con la púa de su ukelele tocando cuerda por cuerda e intentando realizar un punteo.
Le comenté que el sonido viaja por las cuerdas y no lo terminaba de entender, con lo que llevar a cabo un experimento práctico creando nuestras propias cuerdas, para él fue muy gratificante.
Busqué dos recipientes diferentes para trabajar la acústica de lo que sería nuestro instrumento. No tenía por casa ninguna caja de cartón acorde a las gomas elásticas, con lo que no lo pudimos comprobar en cartón, lo dejaremos anotada para la siguiente vez, para observar que dependiendo del recipiente, del material que esté hecho y demás, la resonancia será distinta.
Eme, trajo gomas elásticas de colores y en el patio, estuvo colocándolas en los recipientes que habíamos seleccionado.
Las primeras gomas se mantienen bien, pero si quieres poner más, como en nuestro caso, las tuve que asegurar con un poco de cinta adhesiva en el recipiente para que no se desengancharan.

Cuando las tuvo colocadas en el primer recipiente, le animé a que tocara como si de una guitarra se tratara y él emocionado, comenzó a tocar su creación musical.
Primero lo hizo con la mano y después cogió la púa de su ukelele. Me miró y fascinado me dijo que tenía música también.
Estuvo analizando y comprobando si cada goma elástica sonaba diferente. Se podía apreciar, que, aunque sonara desafinado, sonaban algunas notas diferentes unas de otras.
Cogió otro recipiente que le había preparado y se puso a colocarle también gomas elásticas. Con mi ayuda, colocamos cinta adhesiva y volvió a descubrir cómo sonaba su segunda creación musical.

Eme, apreció que había un recipiente que daba notas más graves y el otro era algo más agudo. Así que seguía probando sus dos recipientes con atención y emoción.
Disfruto mucho de las conversaciones que tenemos cuando estamos realizando algún experimento, y cómo se plantea hipótesis, analiza las preguntas que le hago y luego las responde con respuestas creativas y divertidas.

Pasamos una tarde de verano muy entretenida en el patio, aprendiendo un poco más sobre el sonido.
Para ampliar sobre la ciencia del sonido, ya que sentía mucha curiosidad y era un momento ideal de interés para él, le comenté que hablara a través de un tubo de cartón para observar cómo se escuchaba, si notaba la vibración del sonido mientras pasaba por el tubo, al final en su mano, y después le animé a que colocara su oreja en el tubo y yo en el otro extremo le susurré una palabra.
Qué nos dice la ciencia sobre el sonido
En este experimento científico, obtenemos una energía que es el sonido. Esta energía es causada por algo que se mueve hacia atrás y hacia adelante, como la vibración en la cuerda de una guitarra.
Dependiendo de la superficie o recipiente, en nuestro caso elegimos dos de plástico, el sonido se refleja, rebota en el recipiente, apreciándose diferentes notas con claridad, y escuchándose claro y fuerte, y luego llegando a nuestros oídos. A esto, se le denomina acústica.
Si metiésemos un trapo dentro de nuestro recipiente, el sonido de las cuerdas, llegaría débilmente, ya que el trapo absorbe la mayor parte del sonido.
Esto es lo divertido de la ciencia, pensar que puede o no pasar, observar lo que sucede, plantear hipótesis, probar con diferentes recipientes para descubrir los resultados.
Una genial forma de explorar el sonido y la acústica, creando un instrumento musical.
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