
Este proyecto científico, nace porque Eme, ahora está muy interesado por las peonzas, en concreto, por unas comerciales que están de moda en el colegio.
Estas peonzas o trompos, tienen un tirador y son muy sofisticadas, pero gracias a ellas, Eme ha podido aprender un poquito más sobre uno de los juguetes más antiguos conocidos por la humanidad.
Estuve comentándole también, que cuando yo era pequeña, había peonzas de madera, que eran lanzadas gracias a una cuerda, otras de plástico, dónde se necesita la fuerza de nuestros propios dedos, y hasta podemos crearlas y decorarlas nosotros mismos.
Así que se me ocurrió, que podríamos preparar un taller científico y de reciclaje, para crear nuestras propias peonzas, de una forma casera y divertida.
Hay muchas formas de llevarlas a cabo, de hecho, hace un tiempo, creamos una peonza o spinner con un cd, nos quedaron geniales y Eme disfrutó muchísimo de la experiencia de preparar su propio juguete.
Esta propuesta es genial para llevar a cabo en las tardes de verano, cuando aún hace mucho calor para estar en la calle y tampoco quieres que esté tu hijo pegado a la tv toda la tarde. Las manualidades y los proyectos Steam, siempre son un gran recurso para ocupar nuestras tardes.
Involucra a tu hijo o hija a recoger tapones de botellas de diferentes tamaños, a ellos les encantará crear sus propios spinners o peonzas. Es una manualidad Steam divertida y fáctil, perfecta para aprender jugando.

Materiales necesarios para experimento científico crear peonzas con materiales reciclados
- Tapones de plástico
- Papel
- Rotuladores
- Tijeras
- Pegamento
- Palillos mondadientes
Desarrollo del experimento científico crear peonzas con materiales reciclados
Durante unos días, estuve guardando tapones de plástico grandes de unas botellas de agua que utilizamos.
Los tapones son color rojo, así que para no dejarlos así de simplones, le propuse a Eme que decorase un trozo de papel y luego lo pegara encima del tapón.
También para decorar tus tapones, puedes utilizar pinturas de diferentes colores, si creas patrones, cuando gira, se observa una ilusión óptica muy chula e interesante también para hablar de ella, sobre todo a ciertas edades.
Eme, primero cogió y copió la circunferencia de los tapones elegidos, creamos entre los dos, cuatro tapones.

Una vez los hizo, se dispuso a recortarlos. Concentrado iba recortando su círculo para después pegarlo con pegamento. Él utilizó pegamento de barra, conforme estuvo utilizando el juguete, el pegamento de barra se despegaba, así que quizás para futuras peonzas, añadiría un poco de silicona caliente para reforzarlo.

Antes de pegarlo, con una chincheta, hizo los agujeros al tapón de plástico. Pensé que él no iba a poder hacerlo, pero se hace muy bien con la chincheta. Eso sí, es muy importante, que tengamos claro, cuál es el centro de nuestro tapón, algunos como no los puso en el centro del todo, al ser girados, no permanecen tanto tiempo estabilizados en el giro.

Luego, pegó el papel y con los rotuladores, comenzamos a crear diferentes patrones. Hice un patrón circular de varios colores, luego Eme hizo uno con corazones, y otro con muchos colores también creando una espiral.



Este proceso creativo y artístico, es un gran momento para estar charlando distendidos mientras se disfruta de dicho proceso.
Una vez tenemos nuestras peonzas preparadas, con cuidado, inserto un palillo de dientes con cuidado y la verdad es que se ajusta bastante bien, no hay que reforzar con silicona caliente ni nada.

Como el palillo es demasiado largo, corto un trocito. Las peonzas ya están preparadas para hacerlas bailar.

Eme, muy emocionado y expectante, comenzó a hacerlas bailar y disfrutaba mirando como los patrones de colores se difundían y creaban imágenes muy bellas.


Lanzaba uno, lo observaba, elegía otro mientras me comentaba que era una batalla de peonzas.
Intentamos lanzar los cuatro a la vez, pero algunos se volvían algo locos y no se mantenían en el sitio girando, sino que se desplazaban rápidamente. Esto, imagino, que ocurre porque el palillo no está justamente en el centro del tapón.
Contento y feliz, jugaba con sus peonzas, las metió en una bandeja para que no cayeran de la mesa y la batalla estuviera en una zona más acotada.

Realmente disfrutó muchísimo creando sus peonzas, un juego tan fantástico dónde no se necesita mucho y niños y niñas obtienen diversión, aprenden conceptos de física y crean un juguete con material reciclado.

Este proyecto es genial para poder llevalo a cabo en el primer ciclo de primaria, para niños más pequeños no lo recomiendo ya que tiene piezas pequeñas.


Qué nos dice la ciencia sobre las peonzas con material reciclado
En este proyecto científico niños y niñas descubren conceptos de física, gracias a unas peonzas realizadas con material reciclado.
Cuando giramos una peonza, la energía almacenada en la peonza, se llama energía potencial, y esta energía al ser girada, se convierte en energía de movimiento o energía cinética.
Cuando observamos que nuestra peonza gira, vemos que la velocidad va aminorando hasta que se para. Es debido a la fricción y a la gravedad. La superficie que está girando, en este caso la punta del palillo de dientes, está rozando con otra superficie, una mesa, con lo que debido a esta fricción, va disminuyendo la fuerza y comienza a tambalearse hasta que se detiene, gracias a la gravedad.
ES un juguete muy adictivo y entretenido que hará que niños y niñas disfruten y aprendan jugando.
Anímales a crear patrones diferentes y únicos, para luego observar el resultado. Un gran juguete con materiales reciclados ideales para las tardes de verano.
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