Crea tu propia brújula

Como hacer una brújula casera

¿Sabías que puedes hacer una brújula de manera fácil y sencilla? Es un experimento en el que apenas necesitas materiales y muy poca preparación. Ideal para realizar en casa un día lluvioso.

En este experimento científico vamos a aprender como orientarnos si nos encontramos desorientados. Trabajar los puntos cardinales de diferente manera. Puedes reforzarlo con un globo terráqueo o un mapa del mundo, a niños y niñas les apasionan los experimentos vivenciales.

En este tipo de experimentos se requiere la ayuda y supervisión de un adulto por los materiales que se necesitan.

Materiales para crear una brújula

Materiales necesarios

  • Recipiente con agua
  • Aguja de coser
  • Un tapón de corcho
  • Imán
  • Cuchillo
  • Folio
  • Bolígrafo
  • Tijeras

Desarrollo del experimento crear tu propia brújula

Lo primero que hay que hacer es cortar el tapón de corcho. Sólo vamos a necesitar aproximadamente 2 cm de ancho del tapón. Justo para después atravesar con nuestra aguja de coser.

Preparando el corcho para la brújula

En un folio, pintamos los puntos cardinales y recortamos el círculo. Para niños y niñas de segundo ciclo de primaria, pueden ampliar conocimientos buscando información sobre la rosa de los vientos y pintando su propia rosa de los vientos.

Nosotros pintamos en una circunferencia, el norte, sur, este y oeste. Le expliqué a EME en el mapa del mundo que tenemos, las posiciones de esos puntos y luego colocamos el papel debajo del recipiente lleno de agua.

Añadiendo agua al recipiente
Puntos cardinales para la brújula

Ahora viene la parte en la que cogemos nuestra aguja de coser ya con el corcho, y frotamos con un imán durante unos 30 segundos , siempre en la misma dirección. Esto hace que la aguja se magnetice.

Observa cómo el círculo de corcho con la aguja comienza a girar y a moverse hasta marcar el norte.

En el caso de que tengáis una brújula podéis contrastar si realmente ha marcado el norte.

Qué nos dice la ciencia sobre las brújulas caseras

Cuando magnetizamos la aguja con nuestro imán, ocurre que la aguja se convierte en un imán durante un tiempo, con un polo norte y un polo sur.

Al ponerla en el agua, el tapón con la aguja flota y se mueve libremente. Cuando se está moviendo, va girando hasta que el polo norte y el polo sur de la aguja se alinea con los polos norte y sur de la Tierra, ya que la Tierra es un gran imán en sí. Las brújulas responden al campo magnético de nuestro planeta Tierra.

Los imanes pueden ser para niños y niñas, muy divertidos y educativos. Aprovechémoslo y dejémosles aprender de una forma tan experimental.

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