
No hay mejor forma que interiorizar conceptos llevándolos a la práctica. El experimento de hoy, trata sobre el sonido y cómo se transmite.
Para ver que saben vuestros alumn@s o hij@s, es ideal plantear diferentes hipótesis y que ellos planteen cómo realmente viaja el sonido, cómo lo sentimos, si intervienen otros sentidos…
A través de la experiencia, niños y niñas investigaran cómo viajan las ondas del sonido, en esta ocasión debajo del agua, con el experimento que planteo.
Para Eme fue todo un descubrimiento el resultado y ha sido parte de sus juegos, utilizando el teléfono submarino en la piscina.
Con este experimento científico, también podemos profundizar sobre cómo los mamíferos marinos se comunican y a qué distancia son escuchados. Realmente es un proyecto científico apasionante, de bajo coste y que mantiene ocupados a nuestros pequeños cientíicos.

Materiales necesarios para hacer un teléfono submarino
- Dos embudos pequeños
- Un globo
- Un trozo de tubo de goma que se adapte a los embudos
- Tijeras
- Cinta de embalar
Desarrollo del experimento del teléfono submarino
Una vez hemos buscado nuestros materiales, nos ponemos en acción con el montaje de lo que va a ser el teléfono submarino.
Adaptamos un embudo en un extremo del tubo y en el otro embudo, cogemos un globo y le cortamos un trozo. Estiramos el globo sobre el extremo del embudo que aún no hemos enganchado, teniendo en cuenta que quede apretado en toda la circunferencia del embudo. Enganchamos al otro extremo del tubo.

Para asegurar los embudos a la goma, damos un par de vueltas con cinta de embalar, para que no se desplacen los embudos y entre agua.

El globo hará también que no entre agua a través del tuvo y pueda viajar el sonido.
Una vez ya tenemos montado lo que es nuestro teléfono submarino, le pregunto a Eme (acaba de cumplir 6 años) ¿Cómo va a ir el sonido? ¿qué hay entre nosotros que no podemos verlo? ¿cómo lo escuchará debajo del agua?
Le explico que él cuando esté dentro del agua con el embudo que tiene puesto un globo, tiene que mandar un mensaje cuando esté sumergido dentro del agua y a través del tubo viajará y podré escucharlo.
Está muy emocionado y con ganas de comenzar el experimento. Así que se mete en la piscina sosteniendo la parte del teléfono submarino que tiene el globo y yo mme quedo sosteniendo y colocándomela en el oído esperando su mensaje.
Se pone en marcha, se sumerge y asombroso! Me ha llegado el mejor mensaje del mundo: TE QUIERO. (Con el ruido y burbujeo que se escucha cuando decimos algo y tenemos la cabeza sumergida)
No pude fotografiar la primera vez que lo hizo conmigo porque el globo se rompió. Se ve que estaba demasiado estirado y no aguantó. Se puso nervioso y triste pensando que ya no podía usar más el experimento. Se me ocurrió algo para arreglarlo.
Como no tenía más globos, cogí una bolsa zip de envasar alimentos y se la lié al embudo asegurando también con cinta de embalar.

En esta ocasión, ya no le apetecía meterse en la piscina, pero se puso a jugar con el padre desde fuera pero metiendo la cabeza. Le hacía ruidos de animales, palabras sin sentido, canciones…


Así estuvimos toda una tarde disfrutando y aprendiendo de la ciencia y de cómo viaja el sonido a través del agua.

Este tipo de experimentos, requiere la supervisión de un adulto en todo momento.
Qué nos dice la ciencia sobre el teléfono submarino
Este experimento científico se da porque las ondas sonoras viajan más rápido a través del agua. El sonido se produce cuando hay vibraciones. Al poner el globo estirado, éste hace que capte las vibraciones y a través del tubo de goma viaje, amplificando el sonido para después ser escuchado.
Las vibraciones viajan más rápido a través de los líquidos que a través del aire, de ahí que las ballenas puedan enviar y recibir mensajes a muchos kilómetros de distancia.
Para ampliar el experimento, puedes coger dos cubiertos y chocarlos entre sí en el aire y luego chocarlos entre sí debajo del agua. ¿Suena de la misma forma?
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