Slime comestible con nubes de azúcar

Como hacer un slime con nubes de algodón

A los niños les encanta jugar y experimentar haciendo slimes. Este año en el colegio, muchos de los niños de primaria, me mostraban sus slimes realizados en clase muy orgullosos. Observaban como dependiendo de los productos añadidos salían con más consistencia de slime o no. Sus variantes con purpurina, con pinturas, colorantes… Experiencias sensoriales divertidas y con las que aprenden.

Esta versión de slime me encanta porque también es comestible. Es un experimento  muy fácil de realizar y mucho más sabroso. Está incluida en el artículo relacionado con los slimes comestibles, y enfocada también en los más pequeñitos para que ellos se sientan libres y seguros cuando juegan con este tipo de slimes.

Materiales para hacer slime de nubes de algodón

Materiales a necesitar:

  • Un paquete de nubes de azúcar
  • Aceite de girasol
  • Colorante alimenticio (opcional)
  • Azúcar glas o maicena

Haciendo nuestro slime

Lo primero que tenemos que ser conscientes, es que este tipo de experimentos científicos para niños, deben estar supervisados siempre por un adulto. En el caso del slime de nubes de azúcar, necesitamos un microondas o en su defecto, un cazo al baño maría para derretir las nubes de algodón.

Eché el paquete prácticamente entero, salvo algunas nubes que se que al papi le encanta esta chuche. Usamos un cuenco de cristal donde pusimos las nubes de algodón y metí en el microondas durante unos 30 segundos aproximadamente.

Deterrtir en el microondas las nubes de algdón

Las nubecitas estaban ya prácticamente derretidas y con una cuchara Mario se ofreció a mover. Mucho cuidado porque ahora está caliente,  y no queremos que nadie se queme. Lentamente vemos como la masa se va unificando y en este momento añadimos tres cucharadas sopera de aceite de girasol. Seguimos moviendo.

Aún tenía textura viscosa y pegajosa así que le añadí lentamente un poco de maicena. En esta parte lo hice un poco a ojo, viendo que se quede una textura adecuada y no muy pegajosa. Lo dejo a vuestra elección.

Añadiendo maicena a las nubes de algdodón

Como seguía pegajosa y no podíamos manipularla, me eché un poco de aceite en las manos y esto ya cambió la historia. Pudimos amasarla, unificarla, estirarla y jugar con ella. Es una forma genial de potenciar el juego sensorial a través del tacto pero también el del olfato, porque se quedó un dulce olor a caramelo por toda la casa.

Amasando el slime casero de nube de algodón

Como inciso comentar, que porque sea un slime comestible no significa que los niños puedan comerlo habitualmente. Es un producto que contiene mucha azúcar y que se va a estar manipulando. Cuando me refiero a comestible, es porque se ha realizado con productos no tóxicos y que no pasa nada si alguien lo ingiere.

Experimento científico casero slime de nubes

Aprendiendo más de la ciencia

Cuando las nubes de azúcar son calentadas, sus moléculas que están contenidas se expanden y mueven. De ahí que se forme la textura blanda que queremos para nuestro slime. El que sea flexible nos lo va a aportar el aceite que le hemos añadido para que no se seque tan rápido y permita que las moléculas estén dispersas.

Al añadir el azúcar glas o maicena, vamos observando como su textura se vuelve más espesa y menos pegajosa. De ahí que no nos pasemos con la cantidad de azúcar o maicena ya que perdería la elasticidad de un slime.

Lo ideal es guardarlo en un recipiente de plástico y nos durará unos días. Así los peques podrán disfrutar del juego amasando, estirando, aplastando su slime de nubes de algodón.

Interacciones con los lectores

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