
¡Cómo me gustan los días de primavera en dónde el sol aprieta!. Y es que puedes disfrutar de un día de campo y ver todo florido, las tardes son más largas y apetece pasar más tiempo en la calle disfrutando del buen clima.
Esta propuesta científica, es de mis favoritas, ya que pueden hacerla niños y niñas sin ninguna complicación, es muy ingeniosa y creativa y el resultado es de los que nos encantan. ¡Mágicos!
Crear flores de papel que se abren en contacto con el agua, es un experimento científico de los que sorprenden y gustan mucho. Lo he realizado en algún taller con niños y niñas de todas las edades y siempre triunfa, observan expectantes y crean sus flores preciosas y coloridas.
Para los más peques, es un experimento científico que disfrutan mucho ante la sorpresa de las flores mágicas que se abren. Tendrás que hacer muchas flores porque a ellos lo que más les encanta, es meterlas en el agua para ver cómo se despliegan mágicamente y el color se va disolviendo con el agua.
Para realizar este experimento científico, necesitas muy pocos suministros y todos los tienes por casa o en el aula, con lo que es ideal para llevarlo a cabo sin mucho aparataje.

Materiales necesarios para realizar experimento científico las flores mágicas que se abren
- Folios blanco o plantilla imprimible gratuita
- Rotuladores de colores
- Recipiente amplio con agua
- Mucha imaginación para pintar las flores
Desarrollo del experimento científico las flores mágicas que se abren
Preparé cuatro tipos de flores diferentes, para hacer el experimento más atractivo. En los materiales puedes descargarte mi plantilla gratuita si te apetece y quieres, de las cuatro flores que nosotros utilizamos.
Una vez las tenemos, Eme quiso recortar una de las flores, con lo que se puso a recortar con precisión y cuidado para no romperla.

Este momento es ideal también, para que niños y niñas trabajen la motricidad fina recortando. A Eme le encanta recortar, así que los dos estuvimos recortando las flores.
Una vez recortadas, se dispuso a colorear las flores. Le comenté que podría pintar por debajo de la flor con el rotulador y por arriba sólo los detalles de las flores. De esta forma, cuando la flor entre en contacto con el rotulador, el color impregne también la parte superior.
Le están quedando unas flores muy llamativas y bonitas y él con mimo sigue coloreando sus flores, mientras yo, voy preparando el recipiente con agua para después sumergirlas.
Este momento también es genial para preguntar a niños y niñas, qué creen que ocurrirá cuando las flores se sumerjan.
Cuando tenemos las flores coloreadas, voy doblando los pétalos de la flor hacía dentro. Eme hace lo mismo con otra flor. No hace falta que los dobles con mucha fuerza, tan sólo un pliegue suelto, sino no se te abrirán bien.
Cuando tenemos nuestras flores dobladas, coloco un recipiente cuadrado lleno de agua en la mesa. Le comento a Eme que eche una flor desde arriba para ver qué le ocurre.


Y de repente cuando la flor entra en contacto con el agua, ¡ Se hace la magia! Los pétalos de la flor comienzan a desdoblarse y abrirse y Eme mira emocionado, mientras está soplando hacía el otro lado para que la flor viaje.
Echa otra y volvemos a disfrutar de la experiencia de la flor mágica que comienza a abrirse. Al igual que le ocurre ahora a las flores de primavera cuando son dadas por los rayos del sol.
Puedes repetir este experimento científico con varios tipos de papel de diferente grosor. En esta ocasión, nosotros utilizamos un folio normal, pero puedes utilizar papel de seda, cartulina y de esta manera observar, cómo los papeles pesados, en este caso la cartulina, tardan más en que la flor se abra de forma mágica.

Qué nos dice la ciencia sobre el experimento de las flores mágicas que se abren
¿Realmente piensas que es un experimento dónde interviene la magia? Bueno, si estuviéramos en el universo de Harry Potter quizás sí, pero en nuestra realidad, este es un experimento dónde la protagonista es la ciencia.
Estas flores se despliegan y abren mágicamente en el agua no por arte de magia, sino por la ciencia.
El papel con el que hemos realizado las flores, está formado por pequeñas fibras que cuando entran en contacto con el agua, absorben agua, se hinchan esas fibras y hace que el papel se expanda. Por eso los pétalos de las flores, se van expandiendo hasta aplanarse y abrirse por completo en el agua.
A todo este proceso, se le denomina acción capilar. A las moléculas del agua, les gusta estar juntas y adherirse unas con otras. Cuando el papel entra en contacto con el agua, estas moléculas se adhieren y van expandiéndose y aplanando los pliegues de nuestros pétalos. De esta forma, nace un experimento científico muy fácil y super divertido.
Dependiendo del papel que utilicéis, absorverá mayor o menor agua a diferentes velocidades. El papel de seda se abre casi inmediatamente al entrar en contacto con el agua, mientras que la cartulina puede ir abriéndose muy lentamente.
Espero que disfrutes y realices este experimento científico tan primaveral y atractivo.
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