
Con el fin de las navidades, no se vosotras, pero nosotras por casa, tenemos un montón de restos de caramelos, bombones, mantecados… de la navidad.
Utilizar los bastones de caramelo, me pareció una excelente manera de que Eme se involucrara en la propuesta científica, creara hipótesis de lo que ocurriría y encima también, poder disfrutar de un dulce navideño comiéndolo.
Esta propuesta científica relacionada con el agua, nos iba a servir para trabajar las diferentes temperaturas del agua y ver qué ocurría con los caramelos dulces en el agua a diferentes temperaturas, cuáles se disolvían más rápidos y qué les ocurría a los bastones de caramelo de navidad.
La cocina, es un buen lugar para propiciar un planteamiento científico. De hecho, esta propuesta nació, cuando estábamos en la cocina almorzando y Eme me preguntó si podía comerse un bastón de caramelo de postre.
Quedaban cuatro bastones, con lo que fue ideal para trabajar esta propuesta científica y prepararla una tarde de invierno o en los días de navidad, aunque a nosotros nos ha pillado el tiempo y no pudimos realizarlo en las vacaciones de navidad, con lo que lo hicimos después.
Explorar la solubilidad de los bastones de caramelo, es una genial manera de aprender y llevar a cabo una propuesta científica en la cocina, porque al fin y al cabo, en la cocina también se dan muchas reacciones químicas y físicas que encantan, apasionan y muchas de ellas están en nuestro día a día.
Para llevar a cabo este experimento científico, lo planteé de la forma más simple y sencilla. Diferentes temperaturas del agua en sus vasos correspondientes y a disfrutar de la ciencia.

Materiales necesarios para experimento científico ciencia en la cocina con bastones de navidad
- Bastones de caramelo
- Tres vasos con agua a diferente temperatura
- Papel para hacer etiquetas para cada vaso
- Lápiz
Desarrollo del experimento científico ciencia en la cocina con bastones de navidad
Con sobredosis de azúcar y de caramelos después de las navidades, convertir estos deliciosos bastones de caramelo en una propuesta científica, fue muy interesante para Eme, además desde primera mano, observarán y disfrutarán de un gran experimento de química a tempranas edades.
Metí en el congelador un vaso de agua fría, en el fuego en un cazo, coloqué agua a calentar, mientras Eme, preparaba en la mesa, tres vasos y le propuse que colocara una etiqueta en cada uno de ellos.

Así que cogió su lápiz y en los diferentes trozos de papel que le había ya doblado y preparado, comenzó a escribir las diferentes etiquetas para luego colocar el agua.
Preparamos tres: una con agua fría, otra con agua del tiempo y otra con agua caliente.
Dependiendo de la edad, puedes preparar más o menos vasos con diferentes líquidos, para así también observar qué ocurre en otros líquidos con otras densidades y no sólo temperaturas.

Me gusta animarle a que antes de comenzar el experimento, que me plantee hipótesis y de esta forma pueda realizar sus propias predicciones. Es un momento ideal para realizar preguntas, mientras ellos pueden predecir qué resultado obtendrá cada uno de los bastones que serán sumergidos.

Eme, concentrado, iba echando agua en los diferentes vasos. Primero en la del tiempo, luego la fría y por último la caliente.
Antes de sumergir sus bastones, le animé a que observara con detenimiento cómo son los bastones antes de ser metidos en el agua. Concentrado, los observaba y me explicaba cómo era su tamaño, los colores que tenía, y qué cree que les pasaría.
Con cautela, metía los bastones de navidad en los diferentes vasos de agua. Y mientras tanto, yo fotografiaba el momento.

Me comentaba emocionado que en el agua caliente, los colores iban desapareciendo muy rápido, ¡Qué fantástica la ciencia!

Como podíamos observar, no pasó ni un minuto y el bastón de caramelo que estaba sumergido en el agua caliente, comenzó a disolverse y a doblarse.
Eme lo sacó y observaba como su bastón de caramelo se había doblado, había perdido parte de los colores y con el agua caliente no tenía ninguna posibilidad de seguir siendo bastón de caramelo.
Estaba cambiando de forma muy rápida, delante de nuestros ojos y Eme observaba emocionado.

Con el agua tibia, apenas se observaba gran cambio, tan sólo que los colores se difuminaban un poco, pero no tan rápido como el bastón sumergido en agua caliente.

El bastón de caramelo de agua fría, seguía intacto, Eme lo cogió y comenzó a comérselo, dado que no había perdido nada de color ni se había disuelto como los otros.

Se nos olvidó poner un cronómetro, para ver cuánto tiempo habían tardado en disolverse, pero calculo que el de agua caliente no llegaría ni al minuto.

Y es que, disolver bastones de caramelo, son una excelente forma de pasar una tarde invierno, aprendiendo un poquito más de la ciencia, realizando predicciones, probando diferentes líquidos o diferentes temperaturas y plantear nuevas propuestas científicas, para que nuestros pequeños científicos disfruten a lo grande de la ciencia en la cocina.
Qué nos dice la ciencia sobre experimento científico ciencia en la cocina con bastones de caramelo
Este experimento científico, nos muestra que los bastones de caramelo, al estar hechos de azúcar, sufren unos cambios cuando se sumergen en el interior de un líquido.
En nuestro caso, planteamos el experimento, con diferentes temperaturas del agua, con lo que pudimos probar, que el azúcar, se disuelve más rápido en agua caliente que en agua a temperatura ambiente o fría.
Nuestro bastón de caramelo, en agua caliente, prácticamente desaparece llegando a disolverse del todo el azúcar del que está hecho con propio agua.
Puedes plantearlo también como un reto científico, en el que usando diferentes líquidos a temperatura ambiente, observen la disolución de los bastones de caramelo no sólo en agua, sino también en vinagre, aceite, alguna bebida gaseosa… A niños y niñas les encanta crear conjeturas y probar sus teorías, ¿A qué esperas para realizar una propuesta científica tan dulce y atractiva?
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