
Cuando hablamos de cajas sensoriales, nos viene a la mente los sentidos y el juego sensorial. Ya sabemos de la importancia del juego sensorial en la infancia, de ahí que con las cajas sensoriales se desarrollen y estimulen los sentidos.
Una caja sensorial debe ser una caja amplia, que el niño o niña pueda manipular bien el contenido, y dentro de esa caja una experiencia táctil enriquecedora. En las cajas sensoriales, puedes añadir lo que quieras trabajar o lo que a tu niño le encante y en cantidad. Puedes rellenarlo de arena, arroz arcoíris, agua… También realizar cajas sensoriales por temáticas.
Con este tipo de cajas sensoriales, ofrecemos unas experiencias únicas y muy novedosas dónde el juego es libre y la creatividad toman el control.
Pero, ¿Qué beneficios se obtienen con las cajas sensoriales?
Desarrollo de habilidades motoras
Con las cajas sensoriales se desarrollan sus habilidades motoras más finas en juegos como: moldear arena, arcilla, agarrar cucharas y realizar trasvases… Es muy atractivo para niños y les divierte.
Desarrolla las habilidades sociales:
Cuando intervienen varios niños o niñas en el juego sensorial con cajas, aprenden a compartir, esperar turnos, respetar a compañeros…
Desarrollo de conceptos lógico-matemáticos
En este tipo de cajas sensoriales los niños y niñas pueden contar, organizar, unir, nombrar… Se trabajan conceptos matemáticos, con formas, de lógica…
Desarrollo del habla
En estos juegos, los niños amplian o refuerzan vocabulario. Las cajas sensoriales sirven para comenzar conversaciones, se les pide realizar tareas y que ellos se expresen.
Fomenta la creatividad
Como el juego con cajas sensoriales es libre y no estructurado, entra a formar parte la creatividad y su forma de expresión. Crear formas divertidas con arcilla, colocar un mundo de dinosaurios o fondo marino…
Desarrollo emocional
Mediante las cajas sensoriales, los niños se expresan a medida que van sintiendo, ya sea a través del tacto, la vista, el olfato, oído y hasta en el gusto.
¿Cómo deben usar las cajas sensoriales?
Aunque sea una actividad libre y no estructurada, también hay unas normas que tienen que llevar a cabo. Se les deben dar instrucciones claras sobre como es la forma correcta de jugar con las cajas sensoriales. Sobre todo, que no tiren y saquen fuera de la caja lo que dentro contiene y que no se debe comer.
En este tipo de juegos, la supervisión del adulto es importante, para que no se descontrole la actividad planteada en la caja sensorial.
Las cajas sensoriales ofrecen un mundo de descubrimiento, fomenta el juego libre y brinda muchas oportunidades en la que están experimentando y aprendiendo.
¿Qué puedo incluir dentro de una caja sensorial?
Lo primero que hay que tener en cuenta y claro es si va dirigido a un único niño o a varios. El tamaño de nuestra caja sensorial variará. Nosotros normalmente cuando hemos realizado cajas sensoriales, partimos de lo que le gusta a los niños, o a tu hijo en concreto. Aprovechar también las estaciones del año y la temática (navidad, halloween, carnaval…)
Dentro de nuestra caja sensorial podemos incluir pequeños juguetes y accesorios, materiales naturales o que tenemos en casa (arroz, lentejas, posos de café…) Incluir diversas formas y texturas y también olores, para que de esa forma también los niños se conecten con el entorno. (hojas, palos, piedras, castañas, piñas, flores, conchas de mar)
Puedes realizar un sinfín de cajas sensoriales, el límite lo pones tú.
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