
Si eres de l@s que te atreves con actividades sensoriales en dónde lo que menos importa es el resultado pero sí el proceso creativo, vais a disfrutar mucho con esta actividad sensorial tan artística, sucia y divertida, ideal para hacer en estos días de otoño en donde ya no aprieta tanto el sol
Y es que a niños y niñas les encanta jugar con los pulverizadores. Eme tiene varios pulverizadores con los que se refresca, riega los bonsáis más delicados de papá o incluso a veces son parte de sus juegos de agua en la bañera.
En esta ocasión, la propuesta es crear arte con pulverizadores. Todos los miembros de la familia pueden participar y el resultado es realmente colorido, pero sobre todo el proceso cuando creamos arte.
Es una actividad sensorial que encanta a niños y niñas. Ya la habíamos hecho en clase, en un taller de pintura creativa que programé en la clase de cuatro años de Eme. Realmente lo disfrutaron aunque las paredes de la clase quedaron más coloridas de lo que estaban en un principio.

Materiales necesarios para crear arte con sprays
- Pulverizadores varios
- Témperas
- Agua
- Rollo de papel continuo
- Vasos de plástico
- Embudo
Desarrollo de la actividad sensorial arte con pulverizadores
Me encantan las actividades sensoriales que puedes realizar al aire libre y ésta es genial para hacerla en una tarde de otoño a la vuelta del cole cuando el sol ya no aprieta tanto.
Ya os he comentado que a Eme desde bien pequeño, los pulverizadores forman parte de sus juegos. Pero no sólo le divierte, sino que cuando los usa, fortalece sus músculos de las manos, potencia el desarrollo motor más fino, preparándolo para después poder tener fuerza en los dedos a la hora de comenzar con la grafía.
Cómo queríamos tener varios colores, compré varios pulverizadores para hacer la mezcla. Eme está emocionado y me ayuda a prepararlo.
Tienes que tener en cuenta que al ser témpera debes diluir con un poco de agua para que la pintura salga bien por el orificio del pulverizador y no se atore.
Echo en un vaso de plástico una cucharada de témpera y agua, removemos y luego con cuidado con un embudo, vamos rellenando nuestros pulverizadores. Cómo estamos trabajando el otoño, preparamos los pulverizadores con cuatro colores relacionados con el otoño: rojo, naranja, amarillo, marrón.
¡Ya están cargados y listos para ser usados!.
Por otro lado, cojo el rollo de papel continuo y con cinta de embalar lo pego en una de las paredes del patio. En el suelo también pongo un hule para no mancharlo. Nuestro mural también está preparado y listo para la obra de arte.

En la mesa pequeña del patio dejamos colocado los pulverizadores y le comento a Eme que puede empezar cuando quiera. Él ya sabe que tiene que hacer.
Conforme pulverizaba con su spray, se veía reflejada la ilusión y la diversión. Mezclaba colores, realizaba composiciones abstractas e investigaba cuando las gotas coloreadas chorreaban hacía abajo.
Su gran lienzo se estaba convirtiendo en una verdadera obra de arte. Aflojaba y apretaba el pitorro de los pulverizadores para que saliera en pequeñas gotas o como si fuera un rayo. Él me lo explicaba feliz y disfrutando de la actividad sensorial.
En este tipo de actividades sensoriales tan libres y creativas, siempre el resultado es muy gratificante y placentero. Les hace sentir bien y les ayuda en su estima.
Si tu peque es más pequeño, pueden intervenir hermanos, primos e incluso vosotros los papis, trabajar en un proyecto artístico tan libre y creativo siempre es un placer para todos.


Cuando Eme consideró que había terminado su obra de arte lo dejamos secar tal cual colgado. Días después hemos tenido un cumpleaños y con un trozo de nuestro lienzo liamos el regalo. Siempre dar uso a resultados así de coloridos y vistosos es genial, así que ya sabes, si puedes guarda tu mural y reutiliza.

Deja un comentario