
El verano ha llegado a su fin. Con la entrada del otoño, las tardes son más cortas y el fresquito de la noche nos acompaña al dormir, aunque por aquí en el sur, todavía nos queden días de calor y playa.
Pero esto no significa, que la diversión termine en las tardes después del cole o los fines de semana si no surgen planes.
La actividad que os propongo, es una idea genial para preparar por la noche y crear una fiesta nocturna con luz negra y bolos que brillan en la oscuridad.
Y es que, ¿A qué niño no le encanta lanzar una pelota para derribar algo? A Eme le encanta jugar a los bolos o simular objetos que debe derribar con una pelota, desde bien pequeño, ha sido un juego requerido para él, sobre todo, en el pasillo de casa.
En esta ocasión, vamos a coger un juego clásico, adaptándolo, para que sea más divertido y atractivo si cabe, con luz negra y con pocos materiales, hacer que tus bolos brillen en la oscuridad.
Es una actividad sensorial ideal para jugar tanto niños como adultos y puedes prepararlo dentro o fuera de la casa, formar equipos e incluso crear campeonatos con amigos.
Con este tipo de actividades sensoriales, niños y niñas desarrollan sus habilidades motrices, como agarrar, soltar, lanzar, trabajar el equilibrio, se desarrollan habilidades sociales y refuerza auto confianza.
Además, es un juego económico y puedes crearlo tú mismo. Ofrece muchos beneficios tanto para niños como también para adultos, creando un ambiente distendido y agradable, jugando en familia o con amigos.

Materiales necesarios para crear bolos que brillan en la oscuridad con luz negra
- Bombilla de luz negra
- Cinco botellas de agua vacías
- Barras luminosas fluorescentes
- Cinta adhesiva fluorescente (opcional)
- Recipiente con agua
- Pelota
Desarrollo de la actividad sensorial jugar con bolos que brillan en la oscuridad con luz negra
Lo primero que hicimos fue rellenar botellas de plástico con agua del grifo. Nosotros utilizamos unas botellas vacías que teníamos para reciclar.
Puedes colocar tantas botellas como quieras, pienso que lo ideal serían seis, aunque nosotros sólo disponíamos de cinco y también la disposición de los bolos nos sirvió.

Cuando nuestras botellas ya estaban llenas, le comenté a Eme que fuera eligiendo y cogiendo dos barritas luminosas fluorescentes por cada botella.
Como nota aclaratoria, os recomiendo no llenar tanto las botellas como hicimos nosotros, ya que cuesta más trabajo derribar los bolos. Si tu peque es pequeño o pequeña, con un poco de agua y las barras luminiscentes es suficiente.

Agitaba las barritas y las doblaba, para crear el efecto luminoso tan atractivo que tienen estas barritas luminosas, las iba metiendo en las botellas y lo preparó de forma colorida.


Una vez tiene preparadas todas las botellas, las dispuso en el pasillo de casa. Este pasillo, ha sido juego en muchísimas ocasiones, y nos ofrece gran variedad de posibilidades.



Eme las coloca y mientras yo, preparo las bombillas de luz negra para que ambienten nuestro pasillo y creen esa magia que aporta la luz negra en los espacios.
Asegúrate de cerrar bien los tapones de las botellas para que en una caída de los bolos, no vaya derramándose, todo el agua que hay en su interior.

Para dibujar la línea de salida, Eme decoró un trozo de folio con rotuladores fluorescentes y quedó muy vistoso y chulo.
Eme estaba expectante y con ganas de lanzar los bolos. Elegimos la pelota con la que lanzaríamos y emocionado comenzó la partida de bolos.



Encendí la luz negra y el pasillo se transformó. Los bolos luminosos estaban esperando a ser derribados y Eme, comenzó a lanzar la pelota.
En la pizarra que tenemos en el pasillo, anotó los bolos brillantes que había derribado en su primer tiro. ¡Consiguió un Strike!!


Jugamos el papá, Eme y yo. Eme, anotaba en la pizarra todos los strikes o tiros que realizábamos y disfrutó muchísimo de esta propuesta, dónde niños y adultos se divierten y refuerzan lazos.

Esta actividad sensorial, es un éxito asegurado ya que fascina a grandes y pequeños, puede acompañar una noche de verano en el patio de casa o una tarde de invierno en el interior.
Además, estos bolos puedes prepararlos con muy pocos materiales y también llevarlos a cualquier sitio.
Realicé esta actividad sensorial en una escuela de verano y el resultado fue muy exitoso. A los peques les encanta
Deja un comentario