
Me encantan estas opciones sensoriales, tan fáciles y sencillas. Los botes sensoriales son un gran descubrimiento para niños y niñas. Prepararlas es uno de sus juegos favoritos y se ven muy hermosas con lo que se le añada.
Es una actividad sensorial muy sencilla de realizar, con algunos materiales relacionados con el mar y la playa y un poco de imaginación.
Nosotros la realizamos en un bote de vidrio. En función a la edad que vayamos a presentar el bote o la botella sensorial, pues utilizaremos vidrio o plástico.
A mí personalmente me gusta más con el vidrio y los botes de conservas altos y anchos siempre son muy utilizados en casa para experimentos y actividades sensoriales.

Materiales necesarios para crear el océano en un bote sensorial
- Arena de la playa
- Conchas marinas
- Agua
- Colorante azul
- Animales marinos decorativos variados (opcional)
Desarrollo de la actividad sensorial
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es saber que materiales vamos a necesitar. Nosotros teníamos claro que queríamos un bote dónde hubiera arena de playa y conchas. Cogí el bote que ya tenía pensado y Eme comenzó a echar arena con un embudo.
La arena que habíamos cogido de la playa es una arena más bien de guijarros. Pequeñas piedras pequeñitas. Málaga tiene varias zonas, en algunas zonas costeras su arena es como guijarros más grandes y en la zona pegando con Cádiz, su arena es más fina y de un color amarillo claro.
Como la que teníamos de hacía tiempo era la de guijarros, pues ésa usamos. Con un embudo iba echando la arena poco a poco. A continuación, fue añadiendo conchas marinas de diferentes tamaños, caracolas y piedras que a él se le ocurría.
Después fue añadiendo el agua coloreada de color azul, poco a poco, viendo cómo se quedaba todo en el fondo, creando un fondo marino muy bonito y atractivo.


Eme añadió una estrella de mar, y algunos peces. Quería añadir más animales marinos, pero le comenté que con tantos objetos, no se iba a apreciar las olas que íbamos a producir dentro del bote.
Para completar la actividad sensorial, puedes incluir unas pinzas para practicar habilidades motoras finas. Con las pinzas puede incluir las conchas, piedras, animales marinos, que haya seleccionado.
Verter, rellenar y utilizar las pinzas, son excelentes actividades ideales para trabajar habilidades motoras más finas.
Una vez lo terminó, cerré la tapa y me aseguré de que no goteara. Cogió su bote del océano y lo metió en la piscina que tenemos en el patio, simulando un océano y moviendo el bote como si hubiera olas.
Podemos trabajar la ciencia preguntando al niño o la niña, sobre los materiales que vamos a usar si se hunden o no. La ciencia es muy divertida cuando se disfruta de una manera tan lúdica.
Si te animas a realizar una para un niño o una niña más pequeño, lo ideal es que sea de plástico, ya que ellos al manipularla pueden romper el vidrio. Lo sellas con silicona el tapón a la botella y listo.
Cuando lo tenemos preparado, es un buen momento para hablar sobre el mar, la playa, qué animales viven, cuáles conoce, qué playas les gusta más…
A nosotros nos encantan los cuentos y libros. Eme comienza a disfrutar de la lectura por sí mismo, con lo que aprovechando ese interés, refuerzo la temática con un cuento o libro sobre los oceános, mares, playas, animales marinos…

A niños y niñas les encanta hacer botes sensoriales para descubrir, aprender, conectar con el bote, utilizarlo para relajarse…
Y tú, ¿ya estás pensando que incluir en tu bote sensorial? Espero me cuentes prontito que te leo.
Deja un comentario