
No sé vosotr@s, pero yo, soy una apasionada de esta estación del año. Primavera hace que me cargue de energía más si cabe, se aprovechan más los días al haber más sol, suben las temperaturas con lo que podemos disfrutar más al aire libre y el campo está precioso lleno de flores de colores en los prados verdes.
La primavera trae muchas propuestas artísticas, creativas e ingeniosas para hacer con niños y niñas de todas las edades y con un montón de posibilidades.
Hacer una actividad sensorial donde la protagonista sea una flor, nos trae mucha felicidad, belleza y armonía.
Y es que esta actividad artística que te propongo, es ideal para trabajar mindfulness mientras los peques están creando su flor gigante con objetos que tenemos por casa.
Gracias a este tipo de actividades sensoriales, niños y niñas trabajan la relajación mientras están creando, enfocan sus mentes y les ayuda a mirar el mundo que les rodea de una manera más comprometida.
Crear una flor gigante con objetos cotidianos, hace que la atención y la expresión artística, estén conectadas estrechamente, trabajando concentración y dejando libre la imaginación.
Ideal para peques y mayores que disfrutan preparando y creando por secuencias de colores y a gran escala.
Lo maravilloso de este tipo de actividades sensoriales, es que lo que importa es el proceso y no tanto el resultado.
La experiencia de crear y el momento en el que están creando, son los que hay que potenciar en niños y niñas desde temprana edad.

Materiales necesarios para crear una flor gigante con objetos cotidianos de colores
- Objetos de colores varios
- Cajas o bandejas para separar por colores
- Mucha imaginación y concentración
Desarrollo de la actividad sensorial para crear una flor gigante con objetos cotidianos de colores
Lo primero que tenemos que hacer, es seleccionar los colores que van a componer nuestra flor. Cada pétalo estará compuesto por un color y luego el centro de otro.
Preparamos seis bandejas y en cada una de ellas Eme estuvo separando piezas de colores, frutas de plástico, juguetes varios, construcciones…
Finalmente, Eme preparó seis colores: azul, rosa, rojo, naranja, amarillo y verde.
Con la tapa de un cesto de juguetes que tenemos por casa, hice que fuese el centro de la flor, colocándolo en el suelo para que Eme tuviera una referencia y pudiera ir creando sus pétalos.

Comienza colocando las diferentes piezas de color amarillo. Va separando y secuenciando con mimo y muy concentrado. Ya tiene hecho su pétalo amarillo y realmente lo ha hecho genial él sólo, dándole tamaño y llevando un orden en la secuencia de objetos que ha ido marcando.

Continúa con el siguiente color, el azul. Monta su segundo pétalo azul con los materiales que previamente ha seleccionado, mientras trabaja focalizando su atención en el trabajo que realiza.

Como si de un mandala se tratara, va creando arte formando su pétalo. Creando y dando colorido a lo que está creando, una flor gigantes creada con materiales caseros y juguetes separados por colores.

Si preparas esta actividad sensorial con niños y niñas más mayorcitos, pueden reforzar conceptos de ciencias, creando una oportunidad fantástica para que nos hablen sobre lo que conocen de las flores, cuáles son sus partes, nombres de flores que conozcan…

Eme va terminando su flor gigante y realmente le va quedando preciosa. Le comento que si quiere poner en el centro otras piezas, así que quito la tapa y coloca piedras a modo de mandala de los que le gusta tanto preparar y pintar.

Nuestra flor gigante está terminada y ¡no me puede gustar más!. Realmente es un proceso creativo genial, en dónde el niño ha estado concentrado formando su flor.

Nosotros como adultos, podemos tratar temas relacionados con las flores ampliando conceptos, la importancia de respetar a la naturaleza y el entorno que nos rodea.

Crear una flor gigante a partir de materiales que tenemos por casa, ofrece a niños y niñas un equilibrio perfecto entre la estructura que se lleva a cabo cuando lo van creando y el juego libre que sea da.

Pasar la tarde de esta manera es genial y no sólo para él, sino también para mí, que moría de amor cuando le observaba con su creación tan artística.
Deja un comentario