Árbol de invierno artístico

Árbol de invierno artístico

Normalmente el invierno, es una estación de corta duración por aquí, por Málaga. Para nosotros, varios días seguidos de lluvia o de frío, no estamos acostumbrados y es cierto, que este 2021, el invierno ha entrado con muchas ganas y días atrás hemos sido protagonistas de muchas zonas cubiertas de nieve como si de la propia Siberia se tratara.

Todos estos acontecimientos, nos han permitido adentrarnos de lleno en la temática del invierno, de una forma divertida y vivencial, rodeado de muchos momentos de aprendizaje.

Hemos hecho nieve casera, ya que no la tenemos cerca había que crearla. Hicimos la plastilina de nieve casera, ideal para trabajar el invierno con los más pequeñitos.

Tanto en los bonsáis de papá, como en la calle, Eme ha descubierto cómo algunos árboles han sufrido grandes transformaciones y ha presenciado cómo cambian los árboles a lo largo de las estaciones.

Gracias a ello, he llevado a cabo esta actividad sensorial para ampliar aprendizaje y para crear de forma libre y artística, un árbol de invierno.

Me encanta aprovechar cada oportunidad para llevar a cabo esta actividad sensorial tan artística y creativa, utilizando materiales naturales que nos ofrece la madre naturaleza y creando un proyecto artístico invernal.

Este tipo de actividades sensoriales desarrollan la creatividad y la imaginación, trabajan la motricidad fina cuando pintan con materiales que no están acostumbrados, como en este caso que nos hemos decantado por unos bastoncillos para los oídos, fomentan la concentración y la atención y refuerzan el aprendizaje sobre lo que le ocurre a algunos árboles en invierno.

Materiales necesarios para crear árbol de invierno artístico

Materiales necesarios para crear un árbol de invierno artístico

  • Ramitas y palos pequeños recogidos de la calle
  • Cartulina azul
  • Pintura blanca
  • Recipiente para pintura
  • Bastoncillos de los oídos
  • Lupa (opcional)

Desarrollo de la actividad sensorial crear árbol de invierno artístico

Le comenté a Eme que necesitábamos ramitas y palitos pequeños para crear nuestro propio árbol de invierno. Así que nos fuimos a un campo cercano a casa y estuvimos recogiendo diferentes ramas y palos.

Esta parte de la actividad le encanta, eso de estar en un campo y recogiendo palos, observando los que están secos, algunos con pequeños bichitos, siempre es una gran experiencia para ellos.

Puedes plantearlo como una búsqueda del tesoro al aire libre y que con el resultado creará un cuadro artístico invernal. A Eme le encantó la idea, así que estuvo seleccionando sus palos y ramas del campo, muy ilusionado.

Una vez que tuvimos algunas ramitas, las colocamos en la mesa de la cocina y le ofrecí la lupa. Concentrado, iba observando cómo eran los palos, si tenían muchas astillas, si eran de los mismos árboles o de diferentes, algunas ramas eran más blandas que otras, qué seres vivos pueden vivir o estar en esas ramitas…

Toda una experiencia para ampliar una clase de ciencias naturales y partiendo de su vivencia y de su interés.

Cuando las tiene ya seleccionadas, coge y en la cartulina va simulando como quiere hacer su árbol de invierno. Se encontró un trozo de corteza y me dijo que era perfecto para que fuera el tronco, así que lo colocó como si de un tronco del árbol se tratara y alrededor iba poniendo diferentes ramas y palitos.

Ya tiene diseñado lo que será su árbol de invierno, así que en un recipiente pequeño, hecho cola blanca y coloco bastoncillos de los oídos. Con mimo, lo primero que coge para echar pegamento es el tronco de su árbol. Con el bastoncillo va esparciendo pegamento por toda la base.

Es importante tener en cuenta, que hay que echar la cola blanca o el pegamento, en la parte de la rama que apoye con la cartulina. Eme echó en algunas partes que no se apoyaba con lo que observó que si levantaba la hoja se caería. Vuelve a añadir pegamento en la rama que tenía algo torcida y sigue el mismo proceso con las demás

A continuación, le dije a Eme que con la pintura tendría que decorar su cuadro cómo si de una nevada se tratara. Así que colocamos en un recipiente pintura blanca y más bastoncillos de los oídos para que comenzara a pintar la nieve.

En este punto, puedes primero dejar secar el árbol hecho con ramas y palos y después pintarlo, o como nosotros hicimos, directamente Eme pegó las ramas y luego pintó y decoró los copos de nieve por toda la cartulina.

Pintar con bastoncillos de los oídos es muy divertido para él, le comento que dependiendo de la fuerza de empuje y dónde moje, quedarán unos copos de nieve más pequeños o más grandes.

Esta parte, es una excelente práctica para desarrollar y fortalecer la motricidad fina.

Pintó muchos copos de nieve en el suelo, porque me dijo que había estado nevando toda la noche así que entretenido rellenaba su cuadro artístico de un árbol de invierno.

árbol artístico de invierno colgado en la pared

Eme disfrutó mucho aprendiendo cómo hay árboles que en invierno cambian. Observamos los bonsáis de papá, los de la calle y representó el suyo propio, usando materiales naturales y creando un cuadro artístico de un árbol de invierno.

Os animo a qué también en casa llevéis a cabo esta actividad tan artística relacionada con el invierno.

Interacciones con los lectores

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