
Preparar esta receta de plastilina otoñal con especias es una invitación para los sentidos. Los materiales naturales con los que se realizan son una gran combinación para que niños y niñas jueguen y aprendan a través de sus sentidos.
Me encanta reunir elementos del otoño como la canela, hojas, sus colores cambiantes y llevarlo a cabo a través de una masa tan divertida, suave y atractiva, como es nuestra plastilina casera.
Son muchos los beneficios de jugar con plastilina, de ahí que nuestra receta de plastilina casera siempre está presente a lo largo del año. Dependiendo de la estación en la que nos encontremos, agregamos algunos ingredientes diferentes para ir adaptando a la temática.
Lo mejor de usar plastilina casera es poder ir agregando elementos sensoriales adicionales como diferentes colores y aromas.
La plastilina propuesta, contiene tonos otoñales, especias y elementos que recuerdan a tan bonita estación.
Si nunca antes has hecho en casa tu propia plastilina casera, te la recomiendo ya que es muy fácil y rápida de hacer. Tus hijos/as pueden participar en la elaboración y es genial para que ellos creen y jueguen.
Si la envuelves bien en un film de plástico después de jugar, os durará muchos días.

Materiales necesarios para hacer plastilina de otoño
- 1 taza de harina de trigo
- ½ taza de sal común
- 1 cucharada sopera de aceite de girasol
- Agua tibia aproximadamente 1 taza
- Témperas color rojo, naranja, marrón
- Canela en molida
- Especias de curry y nuez moscada
- Semillas varias ( maíz, pipas de girasol, de calabaza….)
Desarrollo de la actividad sensorial plastilina casera otoño
En una bandeja, Eme va echando los ingredientes secos. Mezcla la harina y la sal. Separamos en tres recipientes diferentes, para hacer tres bolas de plastilina de diferentes colores y aromas.

En la primera añadimos témpera roja y como especia añado nuez moscada. La segunda la coloreamos con témpera naranja y de especia he optado por el curry que tiene también bastante olor. La última la pintamos marrón con canela molida.

Removemos y Eme va añadiendo el agua templada poco a poco. Sigo removiendo hasta encontrar la textura deseada como la plastilina.
Cada uno cogemos una bola y vamos amasando. Al principio la témpera mancha un poco las manos, pero una vez que se ha mezclado bien con el resto de ingredientes, queda un color brillante, un aroma delicioso y no mancha.

Eme también tiene su plastilina casera preparada. Está muy orgulloso porque le ha salido un color naranja como si fuera una calabaza.
En la mesa de trabajo, coloco granos de maíz, semillas de calabaza, pipas de girasol, canela en rama…
Todo lo que te evoque al otoño es bienvenido, ya que a través de esta actividad tan sensorial, niños y niñas descubren y aprenden a través de sus sentidos.
Acompaño con diferentes hojas, piñas, piedras, palos… También incluyo algunos moldes de hojas que tenemos por casa y cortadores de hojas para hacer galletas.
Nuestro escenario otoñal está preparado y a través de la plastilina casera de otoño fluye la creatividad, el arte, la manipulación en sí, favoreciendo la motricidad de los más pequeños, tonicidad muscular, fuerza, y sobre todo disfrute.
Una vez dejen de jugar con la plastilina casera otoñal, puedes liarla en un papel film porque esta plastilina dura bastantes días. Repetir la experiencia en las tardes de otoño es un aliciente añadido.
Esta actividad sensorial es una actividad libre y creativa, pero también puedes enfocarla para ampliar vocabulario, conceptos matemáticos, espacio y tiempo.
La diversión con plastilina casera no tiene límites.
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