
Me encanta realizar este tipo de actividades sensoriales tan divertidas y rápidas de hacer con la llegada del buen tiempo. Para Mario fue un descubrimiento la espuma, tenía 11 meses cuando jugó con la espuma de esta forma, por primera vez y desde ese día nuestros juegos con la espuma han ido creciendo con él.
La actividad sensorial con la espuma hace que descubra su propio cuerpo y obtenga más información. Que tenga conciencia que la espuma la tiene en su manita, ver caer por su pie o ver como se desliza en su tripa. Se desarrolle su sentido del tacto. También se puede practicar el desarrollo del lenguaje. Los peques están muy emocionados e interesados por las pompas, así que puedes ir explicándole que pasa, si le gusta la espuma, cómo la sienten, como es la espuma (suave, fría…).
Ellos sienten curiosidad por tocar la espuma cuando se la mostramos, así que dejémosles que descubran por sí mismos y desarrollen sus sentidos. Es genial verles con tanta atención cuando juegan con espuma, me encanta disfrutar estos momentos en los que están tan concentrados ante tantos estímulos nuevos.
Para preparar el juego de espuma necesitas
- Jabón para bebés
- Agua
- Una palangana
Divertirse locamente con la espuma de jabón
Como os he dicho, hacía buen tiempo cuando descubrió el juego sensorial de la espuma por primera vez. Lo realizamos en el patio al fresquito y disfrutando del clima que tenemos en el sur. En una palangana eché el jabón de bebés apto para sus ojitos, agua y a mover. Hay veces que he usado una batidora para que la espuma sea más consistente y hasta he añadido colorante alimenticio, pero la primera vez que lo hicimos fue muy simple y sencillo como puedes observar.
En cuanto vio la espuma, sus ojos mostraron interés y expectación. Comenzó a tocarla, intentar cogerla, aplastarla y me miraba con fascinación. Yo le ponía un poco de espuma en el pie, o en el brazo y a él le encantaba la experiencia.
Como era de prever, Mario se llevó parte de la espuma a la boca y ahí se dio cuenta de que no estaba tan rica como él estaría imaginándolo porque su cara cambió por completo.
El papá y yo nos reímos y lo veíamos disfrutar de tan grata experiencia sensorial que estaba viviendo, mientras el papá le hacía un montón de fotos para el recuerdo.

En esta ocasión no le dimos ningún objeto más para que jugara, simplemente que descubriera sensaciones solo con la espuma de jabón.
Si tu pequeño ya no es tan bebé puedes organizarle una actividad sensorial de una cocina jabonosa
Recuerda siempre la importancia de supervisar a los peques en todo momento.
¿Tu peque ya está preparado para un baño de espuma?
muñeco personalizado
Un post fantástico, así da gusto leer, gracias por compartir
Alejandra Román
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.