
Por aquí en casa, nos encantan las cajas sensoriales. Son una manera maravillosa de atraer los sentidos, permitir que niñas y niños sean imaginativos, dándoles libertad para explorar nuevos materiales, descubriendo otras características.
Llenar una caja sensorial de la primavera es una mezcla de olores, de colores, flores de varios tipos, ramas… Desde bien pequeños niños y niñas a través de las cajas sensoriales, disfrutan con todos sus sentidos.
El juego a través de cajas sensoriales, es muy beneficioso para niños y niñas. Los bebés comienzan a explorar el mundo que les rodea a través de sus cinco sentidos. A medida que crecen, sus sentidos son la forma más básica y conocida que ellos tienen para explorar y procesas la nueva información.
El juego sensorial mejora el aprendizaje a través de actividades prácticas que estimulan los sentidos, siendo una excelente manera para que niños y niñas exploren el mundo en el que viven.
En esta ocasión, preparamos una caja sensorial con materiales propios de la naturaleza, pero ya sabes que para preparar una caja sensorial, los materiales son libres, tan sólo va a depender de lo que quieres conseguir con ella.

Materiales necesarios caja sensorial primaveral
- Tierra
- Flores varias
- Ramas
- Piedras
- Caja sensorial
Desarrollo de la actividad sensorial
Esta caja sensorial primaveral es perfecta para niños y niñas pequeñitos, aunque Eme con 5 años la disfrutó mucho preparándola y buscando los materiales.
Fuimos a un campo que tenemos cerca de casa y recogimos flores de varios tipos, mientras más variedad mejor, más colorido le dará a nuestra caja sensorial.
Conforme recogíamos las flores, Eme preguntaba cómo se llamaban las flores, si tenían miel para las abejas y su curiosidad y sus ganas de aprender, iban creciendo con cada pregunta que se planteaba.
Una vez hemos recogido flores y ramitas, cogemos una caja y la rellenamos primeramente de tierra. Hemos cogido tierra que tenemos para las macetas. Eme va echando con una pala la tierra.

Darle a niños y niñas la oportunidad de colaborar y participar activamente en el proceso, refuerza su autonomía y la confianza en sí mismo.
Una vez tenemos la tierra dentro de la caja, va colocando las flores a su gusto, coloca ramitas pequeñas y él ya está metido en su mundo inventado, dónde es un bosque en el que vive una familia.
Esta familia que él se ha inventado, son unas piedras que coloreó hace unos días y las ha colocado también en su caja sensorial.
Verdaderamente crearles oportunidades de juegos manipulativos y prácticos son enriquecedores ya que desarrollan habilidades motoras, aumenta su pensamiento lógico, refuerza su autonomía y favorece a la concentración y atención.
Como adulto, tu supervisión es prioritaria e importante, sobre todo si la caja sensorial la vas a preparar para niños y niñas de edades tempranas (1-3).
Las estaciones son ideales para presentarlas en una caja sensorial. La primavera les ofrece muchas oportunidades de juego sensorial. ¿Te animas a preparar una?
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